Aquí me tienes, Señor Espíritu Santo. Aquí me
tienes con mis pecados, pero en tu nombre escribiendo en esta blog.
Dígnate
purificar mi corazones. Enséñame que he de hacer. Muéstrame por donde debo
caminar. Descubriendo aquello que debo hacer.
Sé mi
único inspirador y el autor de mis decisiones. No permitas que peque contra la Justicia, Tú que estimas la equidad.
Que la ignorancia no me desgarre, ni la simpatía me doblegue.
Me uno
Ti para que seamos tu y yo una sola cosa y que nada me desvíe de la Verdad.
Amén.
Edgar
Sael Rodríguez
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