Señor: Que nuestros pies vayan juntos,
Que nuestras manos recojan unidas,
Que nuestros corazones latan al
unísono,
Que nuestro interior sienta lo mismo,
Que el pensamiento de nuestras mentes
sea uno,
Que nuestros oídos escuchen juntos el
silencio,
Que nuestras miradas se compenetren
profundamente fundiéndose la una con la otra; y que nuestros labios supliquen
juntos al Eterno Padre para alcanzar misericordia. Amén.
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