Virgen de
los Dolores. Los mensajes de El Escorial contienen la doctrina que, a través de
esta revelación privada, el Señor y la Virgen han querido transmitir, para
recordarnos las enseñanzas del Evangelio, e invitarnos a ponerlas en práctica.
Su contenido es universal y totalmente conforme con la Revelación cristiana.
«Acudid a
este lugar, que en este lugar no faltarán jamás las gracias».
El Señor. El Escorial. 7 de diciembre de 1.991.
«Hijos míos,
cuidad este lugar. Este lugar está consagrado; las plantas virginales de María
lo han pisado».
El Señor. El Escorial. 6 de octubre de 1.990.
«Acudid a
este lugar, que recibiréis gracias especiales en vuestros corazones, hijos
míos».
La Virgen. El Escorial. 3 de junio de 1.997.
«Venid a María,
que María es el camino recto y seguro para ir a Jesús. Dios Padre me ha puesto
como camino de salvación, como puerta del Cielo, para que todos entréis por mí
para ir a Jesús».
La Virgen. El Escorial. 6 de agosto de 1.988.
«No os
abandonéis en la oración (...). Pedid gracias, hijos míos, que, si vuestras
oraciones salen de dentro de vuestro corazón, todo lo que pidáis se os
concederá».
La Virgen. El Escorial. 5 de abril de 1.986.
«El santo
Rosario, hijos míos, es muy importante, porque puede parar una guerra, ganar
una batalla, curar enfermedades, sanar almas (...). Es una plegaria tan
hermosa, que a Dios le gusta que se rece. Hijos míos, no dejéis de rezar un
solo día el Santo Rosario».
El Señor. El Escorial. 5 de agosto de 2.000.
«Amad a la
Iglesia, hijos míos; cuanto más améis a la Iglesia más amaréis a Cristo. Cristo
dio su vida por la Iglesia y para la Iglesia».
La Virgen. El Escorial. 7 de abril de 1.990.
«Dentro de
la Iglesia, hijos míos, hay un árbitro santo que dirige con santidad y
justicia; es el representante de Cristo, hijos míos; obedecedle».
La Virgen. El Escorial. 3 de octubre de 1.992.
«Dios Padre
perdona a todo el que pide perdón; está con los brazos abiertos esperándoos a
todos, hijos míos. Acercaos al sacramento de la Confesión».
La Virgen. El Escorial. 21 de junio de 1.984.
«Acercaos
diariamente a la Eucaristía. Fortaleceos de mí, hijos míos. Mi Cuerpo es una
verdadera comida y una verdadera bebida; alimentaos de él, hijos míos».
El Señor. El Escorial. 5 de enero de 2.002.
«Id al
sagrario cuando encontréis dificultades, y allí me encontrareis, para daros
fuerzas y ánimos para que sigáis adelante».
El Señor. El Escorial. 4 de agosto de 2.001.
«Hijos míos,
os voy a pedir humildad (...). Todos aquellos que queráis estar los primeros,
poneos siempre los últimos, hijos míos (...); haceos niños, hijos míos, para
que podáis entrar en el Reino del Cielo».
La Virgen. El Escorial. 10 de junio de 1.984.
«El amor es
el que prevalecerá en el Cielo. Practicad esa virtud tan importante, la virtud
de la caridad. Amaos unos a otros, como está escrito, y practicad los
mandamientos».
El Señor. El Escorial. 1 de diciembre de 1.990.
«Todos
aquellos que ayudan a mi Obra les daré un galardón, y ese galardón será la
entrada para entrar en el Cielo».
El Señor. El Escorial. 5 de octubre de 1.991.
«Yo prometo
que el que acuda a este lugar los primeros sábados de mes, acercándose al
sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía, le daré gracias especiales para
caminar en la Tierra, y le aseguro la vida eterna, porque lo conservaré en la
luz y no se perderá».
El Señor. El Escorial. 7 de marzo de 1.998.
«Prometo no
desaparecer de este lugar. Mis palabras se acabarán pero mi presencia seguirá».
El Señor. El Escorial. 2 de enero de 1.999.
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