Bendito mi Jesús,
que tanto me has ayudado,
afojando esa cruz,
que mi vida iba matando.
Tu me devolviste la vida,
que se me iba yendo,
tomaste mi enfermedad,
y la fuiste destruyendo.
Bendito seas Jesús,
por haberme dado tanto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario