ORACIÓN A LOS SANTOS ÁNGELES PARA
OBTENER DEVOCIÓN A JESÚS SACRAMENTADO
Ángeles del cielo, que rodeáis el
Santo Tabernáculo del Altísimo, me uno a vosotros en los homenajes y
adoraciones que rendís día y noche a Jesús Sacramentado. Quisiera amarle con un
amor tan puro, tan verdadero, tan ardiente como el vuestro; pero soy tan ruin y
pecador que nada puedo hacer que sea digno de su Divina Majestad. Dignaos
suplir mi cortedad, y alcanzadme las gracias que necesito para recoger los
frutos de tan santa devoción. Feliz el alma que encuentra sus delicias en vivir
junto al Tabernáculo del Señor, y allí conversar con su Amado y pasar las horas
en su compañía. ¡Oh Ángeles del cielo! Venid en mi auxilio, inflamad mi alma
con el fuego del amor que os abrasa, para que mi corazón sea digno de adorar a
Jesús Sacramentado. Amén.
Por la señal. Señor mío Jesucristo.
1. ORACIÓN
PREPARATORIA.
Aquí estoy en vuestra divina
presencia, Jesús mío, para visitaros.
He venido, Señor, porque me habéis
llamado.
Vuestra presencia real en la Sagrada
Eucaristía, es el eco de aquellas palabras que nos dirigís en el Evangelio:
"Venid a Mí todos los que estáis cargados con vuestras miserias y pecados
y Yo os aliviaré". Aquí vengo, pues, como enfermo al Médico, para que me
sanéis; como pecador al Santo, para que me santifiquéis; y como pobre y mendigo
al rico, para que me llenéis de vuestros divinos dones.
Creo, Jesús mío, que estáis en el
Santísimo Sacramento del Altar, tan real y verdaderamente como estabais en
Belén, como estabais en la cruz y como estáis ahora en el Cielo.
Espero en Vos, que sois poderoso y
bueno, para santificar mi alma y salvarme.
Os amo con todo mi corazón, porque
sois la Bondad infinita, digno de ser amado de todas las criaturas del Cielo y
de la tierra; y me habéis amado hasta derramar vuestra sangre y dar vuestra
vida en la cruz por mi.
Vengo aquí a buscar un refugio contra
la corrupción del mundo. En el mundo todo es falsedad y mentira; vengo a Vos
que sois la Verdad eterna. El mundo está lleno de abismos de iniquidad; vengo a
Vos que sois el único Camino de la felicidad. En el mundo todo es sensualidad y
pecado; vengo a Vos que sois Vida y Santidad de las almas.
¡Dadme luz, Señor! ¡Que yo os vea
presente en el Sagrario con los ojos de la fe; y que mi corazón beba hasta
saciarse de la fuente del Amor divino que brota de vuestro Corazón
Sacramentado!
2. LECTURA REPOSADA DEL DÍA
CORRESPONDIENTE.
3. COMUNIÓN ESPIRITUAL.
Creo, Jesús mío, que sois el Hijo de
Dios vivo, que habéis muerto en la cruz por mi, y estáis ahora real y
verdaderamente en el Santísimo Sacramento del Altar. Os pido perdón de todos
mis pecados. Os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros. Venid a mi
corazón. Os abrazo. No os apartéis jamás de mí.
Jesús, José y María, os doy el corazón
y el alma mía.
4. ESTACIÓN AL SANTÍSIMO.
Está constituida por cinco
Padrenuestros, Avemarías y Glorias, por las cinco llagas y uno por el Papa.
5. JACULATORIAS CONTRA LA BLASFEMIA.
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios
y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea Jesús en el Santísimo
Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo
Paráclito.
Bendita sea María Santísima, la
excelsa Madre de Dios.
Bendita sea su Santa e Inmaculada
Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción a los
Cielos.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen
y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo
Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en
sus Santos.
6. ORACIÓN FINAL.
Gracias, Jesús mío, por la bondad con
que me habéis recibido y permitido gozar de vuestra presencia y compañía
amorosas.
Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi
corazón queda contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti, y
procuraré vivir con la dignidad que merece vuestra amistad divina.
Dadme vuestra bendición y concédeme
todas las gracias, que necesito, para amaros y serviros con la mayor fidelidad.
Bendice, Señor, a nuestro Santísimo
Padre el Papa, vuestro Vicario en la tierra; ilumínale, santifícale y líbrale
de todos sus enemigos.
Bendice a vuestra Iglesia Santa y
haced que su luz brille en todas las naciones; y que los paganos conozcan y
adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.
Bendice a vuestros sacerdotes,
santifícalos y multiplícalos.
Bendice y protege a nuestra nación.
Bendice a todos nuestros bienhechores
y concédeles la bienaventuranza eterna.
Bendice a los que nos han ofendido y
cólmalos de beneficios.
Bendice a todos nuestros familiares y
haced que vivan todos en vuestra gracia y amistad y que un día nos reunamos en
la Gloria.
Da el descanso eterno a todas las
almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio.
Da la salud a los enfermos. Convierte
a todos los pecadores. Danos a todos vuestro divino amor, para que la fe que
nos impide ahora ver vuestro santísimo rostro se convierta un día en luz
esplendorosa en la Gloria, donde en unidad con el Padre y el Espíritu Santo te
alabemos y bendigamos por los siglos de los siglos. Amén.
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No dejes de saludar también a la
Santísima Virgen, o con el rezo del Santo Rosario, o al menos de diez Avemarías
y una Salve.
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