Las palmas de
la fértil Idumea
Más que cedros
del Líbano han crecido:
Ejércitos del
cielo han parecido
En valle, en
monte, en risco y en aldea.
La noche más
que el día hermosea,
Y en el aire
estas voces se han oído:
–«Id,
pastores, al Niño que ha nacido;
Ved al que
cielo y tierra señorea».
A prisa
vienen, y a Belén llegados
Es el portal
de ángeles un coro
De música, de
gloria y armonía.
Adoran por el
suelo derribados
Al sacrosanto
y virginal tesoro,
Al poderoso
Infante y a María.
Diego Ramírez
Pagan.
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