1.
Concede,
Señor, a tu pueblo perseverancia y firmeza en la fe, y a cuantos confiesan que
tu Hijo, Dios de gloria eterna como tú, nació de Madre Virgen con un cuerpo
como el nuestro, líbralos de los males de esta vida y ayúdales a alcanzar las
alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
2.
Concede,
Señor, a tus hijos el don de tu gracia, para que, cuantos hemos recibido las
primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, consigamos
aumento de paz al celebrar tan gran misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
3.
Concédenos,
Señor, por intercesión de la Virgen María, hacernos dignos de participar, como
ella, de la plenitud de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
4.
Confirma,
Señor, en nosotros, la verdadera fe, para que cuantos confesamos al Hijo de la
Virgen, como Dios y como hombre verdadero, podamos llegar a las alegrías del
reino por el poder de su santa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
5.
Derrama,
Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido
la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la
gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
6.
Dios, creador
y restaurador del hombre, que has querido que tu Hijo, Palabra eterna, se
encarnase en el seno de María, siempre Virgen, escucha nuestras súplicas, y que
Cristo, tu Unigénito, hecho hombre por nosotros, se digne hacernos partícipes
de su condición divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
7.
Dios de
misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar a la Madre de tu
Hijo, concédenos, por su intercesión, vernos libres de todas nuestras culpas.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
8.
Dios de
misericordia, remedia con el amparo del cielo nuestro desvalimiento, para que,
cuantos celebramos la memoria de la inmaculada Virgen María, Madre de Dios,
podamos, por su intercesión, vernos libres de nuestros pecados. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
9.
Dios
todopoderoso, concede a los fieles, que se alegran bajo la protección de la
Virgen María, verse libres, por su intercesión, de todos los males de este
mundo y alcanzar las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
10.
Dios
todopoderoso, confírmanos en la fe de los misterios que celebramos, y, pues
confesamos a tu Hijo Jesucristo, nacido de la Virgen, Dios y hombre verdadero,
te rogamos que por la fuerza salvadora de su resurrección merezcamos llegar a
las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
11.
Dios
todopoderoso, que derramaste el Espíritu Santo sobre los apóstoles, reunidos en
oración con María, la Madre de Jesús, concédenos, por intercesión de la Virgen,
entregarnos fielmente a tu servicio y proclamar la gloria de tu nombre con
testimonio de palabra y de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
12.
Dios
todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu
Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión alcancemos la gloria
de tus hijos en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
13.
Dios
todopoderoso, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres
los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión materna de
la que nos ha dado a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y
reina por los siglos de los siglos. Amén.
14.
Dios
todopoderoso, que, según lo anunciaste por el ángel, has querido que tu Hijo se
encarnara en el seno de María, la Virgen, escucha nuestras súplicas y haz que
sintamos la protección de María los que la proclamamos verdadera Madre de Dios.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
15.
Dios
todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a
tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que,
dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas
durante toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
16.
Dios
todopoderoso y eterno, te pedimos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas
de la Virgen María y quiso vivir entre nosotros, nos haga partícipes de la
abundancia de su misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
17.
Dios
todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido un
amparo celestial a cuantos la invocan, concédenos, por su intercesión,
fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
18.
Dios y Padre
de nuestro salvador Jesucristo, que en María, virgen santa y madre diligente,
nos has dado la imagen de la Iglesia; envía tu Espíritu en ayuda de nuestra
debilidad, para que perseverando en la fe crezcamos en el amor y avancemos
juntos hasta la meta de la bienaventurada esperanza. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
19.
Dios y Señor
nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero
el esplendor de tu gloria, asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe
íntegra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación
de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
20.
Dios y Señor
nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los
bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquella de
quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y
reina por los siglos de los siglos. Amén.
21.
Oh Dios, cuyo
Hijo al expirar en la cruz quiso que su madre, la Virgen María, fuese en
adelante nuestra Madre, concédenos a quienes recurrimos a su protección ser
confortados por la invocación de su santo nombre. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
22.
Oh Dios, Padre
de misericordia, cuyo Hijo, clavado en la cruz, proclamó como Madre nuestra a
santa María Virgen, Madre suya, concédenos, por su mediación amorosa, que tu
Iglesia, cada día más fecunda, se llene de gozo por la santidad de sus hijos, y
atraiga a su seno a todas las familias de los pueblos. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
23.
Oh Dios, que
en tu providencia admirable has querido asociar a la Virgen María al misterio
de nuestra salvación, haz que, fieles a su consejo, pongamos en práctica todo
lo que Cristo nos ha enseñado en el Evangelio. Él, que vive y reina por los
siglos de los siglos. Amén.
24.
Oh Dios, que
por la concepción inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna
morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado,
concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
25.
Oh Dios, que
por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo
de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a
alcanzar los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
26.
Oh Dios, tú
que has preparado en el Corazón de la Virgen María una digna morada al Espíritu
Santo, haz que nosotros, por intercesión de la Virgen, lleguemos a ser templos
dignos de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
27.
Perdona,
Señor, los pecados de tus hijos y, ya que nuestras obras no pueden complacerte,
concédenos la salvación por medio de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor
Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
28.
Porque te has
complacido, Señor, en la humildad de tu sierva, la Virgen María, has querido
elevarla a la dignidad de Madre de tu Hijo y la has coronado de gloria y
esplendor; por su intercesión, te pedimos que, a cuantos has salvado por el
misterio de la redención, nos concedas también el premio de tu gloria. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
29.
Que se alegre
tu Iglesia, Señor, y se goce en el Nacimiento de la Virgen María, que fue para
el mundo esperanza y aurora de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
30.
Señor, tú has
querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz
que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar
de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
31.
Señor, tú has
querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos,
en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como
hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
32.
Señor y Dios
nuestro, a cuyo designio se sometió la Virgen Inmaculada aceptando, al
anunciárselo el ángel, encarnar en su seno a tu Hijo: tú que la has
transformado, por obra del Espíritu Santo, en templo de tu divinidad,
concédenos, siguiendo su ejemplo, la gracia de aceptar tus designios con
humildad de corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
33.
Te pedimos,
Señor, que, al recordar los dolores de la Virgen María, completemos en
nosotros, en favor de la Iglesia, lo que falta a la pasión de Jesucristo. Él,
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
34.
Te pedimos,
Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y
por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este
mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
35.
Te pedimos,
Señor, que tu Iglesia, por la mediación maternal de la Virgen, anuncie a todas
las gentes el Evangelio y llene el mundo entero de la efusión de tu Espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
36.
Te rogamos,
Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión poderosa de la Virgen María,
para que nos veamos libres de todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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