Se conmemora
mi gente
la muerte del
sin pecado.
En un malo y
triste día
Cristo fue
crucificado.
Con sus
últimos alientos
a Dios le ha
preguntado.
!Dime por qué
padre mío¡
¿Por qué me
has abandonado?.
Pero si así lo
has querido
ya todo está
consumado.
Así cayó su
cabeza
sobre su pecho
sagrado.
El cielo se
obscurecio
sopló viento de
tornado.
La luna vistio
de negro
el sol se
quedó apagado.
No querían dar
su luz
a este pueblo
malvado.
Era Dios
enfurecido
muy triste y
acongojado.
Que les
gritaba diciendo
!A MI HIJO LO
HAN MATADO¡.
Me provoca
eliminar
ese pueblo
desgraciado.
El Alma de
Cristo al cielo
como rayo
había llegado.
Parado frente
a su padre
una súplica ha
soltado.
¡Perdónalos
padre mío!
Solitos se han
castigado.
Para que tu
los perdones
mi sangre se
ha derramado.
Sabes que en
el tercer día
ya estaré
resucitado.
Aquí subirá mi
cuerpo
que allá bajo
se ha quedado.
Y muy pronto
me verás
a tu derecha
sentado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario