Te
damos gracias, Dios nuestro, por
tu
llamada del Bautismo
a
ser tu pueblo.
Te
respondemos otra vez con nuestro "Sí".
Danos
fidelidad para tu causa
y
para nuestra vocación.
Renueva con un espíritu de
entusiasmo
a todos los que
se
dedican al servicio de tu pueblo.
Da
a nuestros jóvenes el deseo
de
dedicarse a este servicio
en
la vida religiosa, en el
sacerdocio,
o como diáconos
y
ministro laicos.
Llena sus corazones con tu
Espíritu
de Sabiduría para
que
proclamen tu evangelio,
y
den testimonio de tu presencia
entre
nosotros.
Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario