¡Oh glorioso San Antonio!, a quien
Dios ha elegido como intercesor nuestro en los apuros y pérdidas de la vida
material, y como protector de los pobres ante los ricos: protégenos con tu
favor en todas las necesidades y enredos de nuestra vida, danos sincero amor de
los pobres, mucha confianza en Dios y alto aprecio de la vida eterna, a la cual
se ordena toda la vida temporal.
Especialmente suplicamos tu
intercesión en este favor que te pedimos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario